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4 de agosto de 2013

Las claves del progreso

Federico Ramos Salas
En su columna Ganar, Ganar que semanalmente se publica en Milenio Diario Laguna el artista plástico Federico Ramos Salas toca el tema de que en cualquier sociedad que seriamente busque el progreso de sus ciudadanos se tiene que fomentar la práctica de tres valores fundamentales: Promover el pensamiento científico, establecer un sistema de oportunidades para todos y reconocer como legítima la creación de riqueza.

En cualquier sociedad actual que seriamente busque el progreso de sus ciudadanos e intente por todos los medios lograr ese objetivo, estos tendrían, junto con sus autoridades, que propiciar la práctica de tres valores fundamentales: Promover el pensamiento científico, establecer un sistema de igualdad de oportunidades para todos y, muy importantemente, reconocer como legitima la creación de riqueza, esto es, otorgar a todos por igual certidumbre jurídica respecto de sus actos o actividades.
El problema de México es que ninguna de estas tres premisas del desarrollo se da de manera palpable, generando desequilibrios, tanto en la manera como se reparte el ingreso Nacional, como en la distribución de los beneficios sociales.
En estudio reciente llevados a cabo por el Instituto Mexicano para la Competitividad se observa que los mexicanos no reclamamos mucho al respecto, empezando porque lo que consideramos “científico” son asuntos como astrología, o sea, la relación del ser humano y su destino en relación a la posición de los astros, homeopatía o parasicología, dejando fuera a ciencias como la economíao la geología y la química. La resultante es que el Gobierno no promueve el desarrollo del pensamiento científico entre niños y jóvenes y dedica poca o nula inversión a fomentar la creación de laboratoriosdedicados a la investigación y al desarrollo de tecnologías.
 Tampoco reflexionamos mucho en el “sistema” de repartición de beneficios sociales que tenemos, tal vez porque creemos erróneamente que posturas como:”aquí me toco vivir” o “pobre pero contento” o porque asociamos la labor que hace el Gobierno como una actividad para los pobres, lo que redunda en que la bolsa de enormes recursos destinada para esos rubros de apoyo social escasamente llegan a su destino y en un 70% se quedan en los bolsillos de la burocracia, pago a proveedores que venden artículos inflados en su precio, o simplemente se van al barril sin fondo que representan los altos sueldos y canonjías de que goza la alta burocracia. A los mexicanos poco nos preocupa la falta de Estado de Derecho sobre todo apuntalada en la creencia generalizada de que quien crea riqueza con su trabajo o capital es un explotador, cuando los países que promueven la creación de riqueza en lugar de solo la repartirla, avanzan más rápido en darle a su población los niveles de bienestar que nosotros no alcanzamos a ver.

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