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19 de septiembre de 2013

De las ficciones de ayer y hoy

Federico Ramos Salas.

Según Federico Ramos Salas los mexicanos somos adictos a los mitos y les damos credibilidad aunque tengamos constancia sobrada de su falsedad, el texto corresponde a la columna Ganar ganar que se publica los martes en Milenio Diario Laguna y que corresponde a la edición del pasado 17 de septiembre.

Agustín de Iturbide.
A los mexicanos nos gusta comprar historias de cualquier tipo, aunque estas no estén apegadas a la realidad. Al cabo, aceptamos la ficción con facilidad, sea el tema la historia de la patria o el futbol. Dígame si no. Ayer 16 de septiembre celebramos en todo el país la independencia de México, aunque esta se dio en realidad hasta el 28 de septiembre, pero de 1821; 11 años después de que el cura Hidalgo diera el famoso grito en la población de Dolores, arengando a sus feligreses a levantarse en armas, evento que eventualmente surtió efectos, pues la insurrección fracasó al tomar presos en Acatita de Baján al cura Hidalgo, Allende y algunos otros insurgentes, llevándolos finalmente a la muerte unos meses después. Entre ese final trágico de los primeros intentos de independencia y su efectiva consumación en 1821, se esconden innumerables hechos y pasajes de nuestra historia que el gobierno sistemáticamente ha ocultado o deliberadamente minimizado en perjuicio de sus propios habitantes, quienes tratados como infantes, no nos ofrece la verdadera historia.
Miguel Hidalgo y Costilla
 Eventos tan cruciales para la consumación de nuestra independencia como la Constitución de Cádiz, el Plan de Iguala, el Tratado de Córdoba, y, finalmente, la formación del Ejercito Trigarante, así como la participación decisiva de personajes como Francisco Xavier Mina, quien carga en la historia oficial el maleficio de haber nacido español, o Agustín de Iturbide, criollo nacido mexicano pero militar empleado a las órdenes del Virrey, quien después concibe la idea, junto con otros personajes, de proponer a los insurgentes (principalmente a Vicente Guerrero, heredero de Morelos, el verdadero líder) la unión de sus fuerza para así poder consumar la ruptura con el poder central de España.
¿Por qué la historia oficial esconde a los mexicanos sistemáticamente todos estos hechos reales y verídicos?, como si la verdad nos lastimara. Por esa tendencia muy nuestra a ser engañados, es que le vamos, sin chistar, a la selección nacional o al Canelo Álvarez, como si de verdad fueran buenos, y cuando nos muestran que son malos, ni chistamos. Así estamos también en historia: ni chistamos.

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