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22 de agosto de 2015

El presagio hoy, de la entrevista Díaz – Creelman

Fernando Ramírez López
Al conmemorarse en días recientes el centenario del fallecimiento de Porfirio Díaz Mori es pertinente la publicación del presente artículo de * Fernando Ramírez López  escrito en 2013 a propósito de los 106 años de la entrevista que James Creelman le hizo al ex dictador y que se publicó en inglés en el Person’s Magazine de Nueva York, nuestro fallecido colaborador analiza la manera en que ese suceso influyó en el movimiento iniciado por Francisco I. Madero en 1910, al igual que otros acontecimientos como la publicación de La Sucesión Presidencial de 1910.

Para Salvador Allende en memoria de su ejemplar sacrificio en La Moneda.

“Ganaron en apariencia los partidarios de la federación, no obstante en la realidad, México siguió siendo un Estado centralista y patrimonialista. No tuvimos reyes sino caudillos y dictadores constitucionales que llamamos Presidentes”.
Octavio Paz. Sor Juan Inés de la Cruz o las trampas de la fe.

“En la rebelión de La Noria, Porfirio Díaz había levantado contra Juárez la bandera Sufragio Efectivo, No Reelección. Bandera que mantuvo en el Plan de Tuxtepec”.
Enrique Krauze, Fausto Zeron  Medina. Porfirio. El Poder.

“Ningún gobernante de México ha gobernado democráticamente por la sencilla razón de que el pueblo mexicano no es demócrata”.
Francisco Bulnes.

“Arribó a esta ciudad esa ave de mal agüero James Creelman, autor de la inconsulta interviú con el general Díaz, causa inmediata de que los desafectos a la dictadura, hayan entrado en manifiesto desasosiego e inesperada valentía que Dios sepa a donde pueda llevarnos”.
Federico Gamboa.

“Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes para el lecho salvatico fragante a sol y a selva. El que trajo en los brazos jacintos amarillos y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas”.
Pablo Neruda. El Hondero Entusiasta.

En 1908 James Creelman entrevistó a Porfirio Díaz, en un
acontecimiento que se considera antecedente de la
Revolución Mexicana.
Ha pasado más de un siglo de la entrevista Porfirio Díaz – James Creelman, los días 3 y 4 de marzo de 1908, el influyente diario oficioso “El Imparcial”, reproducía casi íntegro y en español el texto de la entrevista que el entonces Presidente había concedido seis meses antes, al mencionado periodista norteamericano y que el Person’s Magazine de Nueva York publicó lujosamente en su número de ese mismo mes. Las primeras reacciones fueron muy variadas. Muchos llegaron a dudar de que la entrevista hubiera tenido lugar realmente, otros creyeron enfrentarse a un mensaje cifrado. Algunos más consideraron usarla tácticamente, sin embargo la mayoría de los mexicanos desconocieron la entrevista o la ignoraron.
Este es el panorama que vive actualmente el sistema político nacional, los diversos partidos a través de sus dirigencias, presidentes de cámaras empresariales, secretarios de estado, legisladores, magistrados y el propio titular del ejecutivo hacen llegar tal cantidad de declaraciones, que el doble lenguaje tan común en el mexicano, nos da la apariencia que una cosa es lo que dicen y otra lo que sucede en realidad.
Hoy día se habla de reformas ingentes para lograr el tan ansiado desarrollo y en los hechos la pérdida en la capacidad del poder adquisitivo, una producción deficitaria, el crimen y la impunidad nos dibujan un país distinto al que se refieren en el discurso.
Previo al Plan de San Luís, Francisco I. Madero escribió
La Sucesión Presidencial de 1910.
En el histórico suceso que inicialmente narramos, acabó ignorando lo sustancial el Presidente Díaz, como lo era su propósito de no volver a reelegirse y su creencia en que la Nación estaba lista para una plena vida de libertades políticas.
En tan inusitado documento político el General Díaz ensayaba un balance aceptablemente objetivo de su obra de gobierno.
En estos días, apenas el lunes 2 de septiembre en lo que ya dejó de ser el Día del Presidente, Enrique Peña Nieto aplaudió la aprobación por el legislativo de la nueva ley del Servicio Profesional Docente, después de haber cambiado de escenario varias veces, para terminar diciéndolo  en una carpa improvisada en Los Pinos, mientras que en las calles de la Ciudad de México resonaban las protestas de la CNTE y el domingo 8 en el monumento a Juárez, López Obrador obtenía la aprobación de sus agremiados para iniciar un sinfín de protestas contra la Reforma Energética.
¿En qué país vivimos? Por un lado Miguel Ángel Mancera dice que respeta el derecho a la libertad de manifestación en el D. F. y por otra miles de capitalinos se inconforman por los hechos que viven diariamente, al decir del académico Jorge Castañeda: se hacen pendejos.
En la entrevista Díaz – Creelman, el Presidente consideraba que su larga permanencia en el poder y la insignificancia de los disidentes, implicaba la aprobación tácita de su estilo personal de gobernar. Reconocía que a la paz implantada por él, era una paz forzada pero en todo punto necesaria, para que la Nación pudiera al fin regenerarse, pensar y trabajar.
Tampoco aparecía exenta de ambigüedades y de ciertas dudas, la creencia presidencial de que hubiera llegado ya el día en que el pueblo pudiera cambiar sus gobernantes por medio de elecciones pacíficas y sin peligro para la estabilidad del país, puesto que también hablaba de la democracia mexicana como de un futuro impreciso, como de algo que debería seguir creciendo pues sus principios no habían adquirido aún profundas raíces en el pueblo mexicano cuya heterogeneidad, vicios de carácter y real despreocupación por la cosa pública, estaba lejos de ser eficientemente desarrollada para formar una democracia.
Han pasado 106 años y hoy la democracia se sustenta en la compra del voto por despensas para los hambrientos, amenazas, injurias y cárcel para los que protestan, avalado el gobierno por la gran plutocracia nacional e internacional para imponer a los candidatos más serviles y corruptos.
Así, el esquema entero de la entrevista aparece montado sobre las ideas más caras al positivismo mexicano y cuyo representante Justo Sierra, las sostuvo desde mucho tiempo atrás privada y públicamente, las dio a conocer directamente al General Díaz con inteligente desenfado desde 1899.
Es similar el momento en el que vivimos este 2013, el Fondo Monetario Internacional prevé nuestras políticas de crecimiento, así sea para deteriorar la raquítica economía mexicana, a final de cuentas los Justo Sierra de ese entonces, son los Chuayffet, Videgaray y Osorio Chong del presente, siempre al servicio del poder en turno.
Antes de eternizarse como Presidente de México, el
General Porfirio Díaz tuvo una destacada participación
en la lucha contra la intervención francesa.
De ahí, que en ese entonces, que con buen sentido y ante el silencio que había seguido a la momentánea locuacidad de Díaz, Filomeno Mata el aguerrido director de “El Diario del Hogar” le envió una carta el 19 de octubre de 1908, solicitándole una entrevista para algunos de los periódicos de la república y de la capital y establecer una comunicación directa con el pueblo, pues era el propio General Díaz la única persona que podía disipar dudas y orientar a la nación en su marcha política.
Así hoy la CNTE, los grupos de autodefensa popular, los Yaquis en Sonora, los padres agraviados por sus hijos secuestrados y numerosos grupos piden hablar con Peña Nieto para saber que sucede en este país, pero su actuación en casos tan contradictorios como la liberación inesperada de Caro Quintero en Puente Grande, las reformas sociales y demás iniciativas promovidas por su gobierno, nos demuestran que no quieren o no desean escuchar la opinión del pueblo afectado.
Olegario Molina, en sus declaraciones de aquella tan lejana  - cercana época, demostró haber asimilado plenamente la fórmula porfiriana de “poca política y mucha administración”. Pero ciertamente una de las primeras y más tenaces consecuencias del asunto Creelman, fue haber servido para definir o al menos matizar las posiciones políticas de las personas y de los grupos. Porfirio Díaz había sufrido el viraje más espectacular de su vida pública. Saliendo de su medio rural, la política práctica incursionaba por primera vez en los terrenos de lo doctrinario.
Francisco I. Madero, iniciador de
la Revolución Mexicana de 1910.
Hoy Peña Nieto debe salir del closet y enfrentar una realidad que cuestiona su presencia en el poder, y que la movilidad social lo ha rebasado, debe convertirse en el líder que hasta hoy no ha sido y saber  que la dinámica actual demanda de un tipo de conducción colectiva que lo lleve a tomar el timón de la embarcación de este país, más allá de pactos y componendas, si el entiende que su presencia y valentía puede llenar los espacios que sus secretarios y asesores han dejado vacíos, si el entiende que éste país y que su gente con trato adecuado es sencilla y sin complicaciones; y deja atrás el boato e inicia  un proceso de intercomunicación directa sabrá que este pueblo no desea agredirlo, sino que desea ser escuchado y juntos construir el país que a todos conviene, no solo a las minorías privilegiadas.
La entrevista Creelman era la buena nueva que marcaría el principio de la plenitud política nacional de su personal apoteosis. Díaz descendía voluntariamente del poder para ascender por su propia grandeza a la gloria eterna de la historia. La ilusión momentánea se desvaneció y volvió a callar. Comprendió quizá por primera vez que su poder era limitado y que su capacidad de decisión y de maniobra era menor de lo que había creído. Tal vez en ese momento tomó la decisión de morir en el poder, de no abandonarlo de ninguna manera y a ningún precio.
En mayo de 1909 después de publicar “La Sucesión Presidencial de 1910”, Francisco I. Madero constituyó el Centro Antirreeleccionsta de México, los hechos posteriores reseñan que el 31 de mayo de 1911 Díaz se embarcó en el Transatlántico Ypiranga, que lo llevó al exilio para nunca volver.
No es deseable para el actual régimen el final de esta historia, pero a 106 años de la entrevista Díaz – Creelman, cuando desde la cúspide del poder  Don Porfirio pensaba que la cima era el significado de su eficaz obra de gobierno, se equivocó, es en todos los sentidos una enseñanza política para no cometer los mismos errores.
Aunque hoy los tecnócratas de vestíbulo, los comunicadores al servicio gubernamental y los fracasados teóricos del poder fáctico, señalan que en este país nada sucede, lo hacen para la protección de sus prebendas dada la pequeña estatura en qué consisten sus objetivos. México ya cambió y el proceso en el cual se encuentra inmerso actualmente tiene cauces, porque el río embravecido no obedece los designios de la madre naturaleza, el titular del ejecutivo debe agudizar sus sentidos, el malestar social ha subido de tono y la quejumbre ya tocó la puerta. Tengamos cuidado.
* Escritor
Email: licfernandora@hotmail.com
Celular: 871 163 3813.
www.globedia.com

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