Buscar este blog

13 de marzo de 2013

Esclavitud

José María
Mena Rentería

En la columna Telón que el compañero José María Mena Rentería escribe para la publicación digital La Laguna se refiere al estado de esclavitud, sin eufemismos, a que se encuentran sometidos numerosos trabajadores de la región ante el “dejar hacer dejar pasar” de las autoridades laborales. Reproducimos el texto por considerarlo de interés para los lectores de Hoy Acontecer de la Laguna.

La esclavitud no ha desaparecido. Tiene como forzadas víctimas a quienes por necesidad deben emplearse, de  lo que sea, para “devengar” un “sueldo” que oscila entre los 500 y 800 pesos por semana.
Esa es la esclavitud que se advierte en algunos casos de la industria maquiladora. Por ejemplo, en una situada al sur del municipio de Lerdo.
Sus dueños por mano de obra no se preocupan. Tienen la necesaria en poblados donde pululan, a cientos, jóvenes, hombres y mujeres, deseosos de llevar un peso a sus hogares.
En la maquila el menor error es castigado con el despido inmediato o bien puede no haber error alguno. Depende del estado de ánimo del gerente en turno. El caso es que el trabajador, hombre o mujer, tienen siempre, sobre sí, el péndulo del despido “por quítame estas pajas”.
No es raro que en algunas maquilas los patrones mermen los ya de por sí escasos ingresos de los trabajadores mediante el “descuento” a cada uno de ellos, de una parte de su sueldo para así “complementar” el de otro u otros.
Las vacaciones son algo que en algunas maquilas no se dan al trabajador o, en el mejor de los casos, se las “dan” cuando les viene en gana. El pago de horas extras es renglón inexistente para algunas maquiladoras, que a cada empleado descuentan el valor de la tela mal cortada o dañada aunque el motivo del “descuento” no lo haya dado el trabajador.
Regularmente el horario laboral es de ocho horas. El trabajador entra a las 08.00  y debe salir a las 16.00 horas.  Eso es un mito y nada más. Si el gerente lo ordena, todo mundo debe quedarse 2, 3 o 4 horas y hacer lo que le digan, sin recibir pago alguno por ese tiempo extra.
Puede tomarse como base el hecho de que en la Junta de Conciliación y Arbitraje menudean casos como los descritos, todos ganados por el trabajador, negado del todo a ser tratado como una tuerca más del engranaje instalado por algunos maquiladores.
¡Que falta hace que las autoridades intervenga para que cese la explotación del hombre por el hombre!. O sea, la esclavitud a que miles están sometidos. Ese campo las autoridades lo deben escudriñar con lupa para evitar abusos, malos manejos y despidos en contra de miles. ¿No lo cree usted así, amable lector?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.