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11 de marzo de 2013

Lo importante es La Laguna

Eduardo Holguín

Comparto la posición de Eduardo Holguín respecto a que los Laguneros debemos de luchar para que las autoridades de Coahuila y Durango le den a nuestra región la importancia que merece, tanto por la importancia de su número de habitantes como por la de la aportación económica a las finanzas de Coahuila y Durango. Estoy también de acuerdo en que Rubén Moreira Valdez no es Coahuila y que criticar lo que hacen o dejan de hacer las autoridades no significa hablar mal de nuestro país y de nuestro Estado. La responsabilidad del periodista es la de informar. Los textos corresponden a dos entregas la semana pasada de la columna Dragones que se publica en Milenio Diario Laguna.

Redacto el artículo en una mesa situada enfrente de una ventana que me permite observar una tormenta de nieve que pinta de blanco los pinos del bosque que rodea el poblado de Williamsburg, Kentucky.
Es un privilegio estar aquí, a pesar de no funcionar el Internet, la televisión y por lo tanto el acceso a los noticieros y a las diversas fuentes de información a las cuales estamos obligados a acudir los que nos suponemos comunicadores.
Carlos Marín
Es un privilegio, sí. Obviamente por la belleza del lugar y del momento, pero también por la pequeña isla, por el pequeño espacio, ideal para escribir sin la influencia de lo periodístico, de lo que la coyuntura y la novedad noticiosa exigen que escribas, de lo que “todos” analizan u opinan en estos momentos. Carlos Marín acostumbra decirnos que “lo importante no necesariamente es periodístico”. Tiene razón, pero atrás de dicha frase se esconde la excusa de algunos periodistas para sólo abordar lo que comercializa, para únicamente rascarle la costra a la información, para no adentrarse en las entrañas de las problemáticas que afectan a su sociedad. Habría que preguntarse si periodístico es necesariamente lo que vende periódicos y/o levanta ratings. 
Un viejo sueño,
que llegó el momento
de hacer realidad .
En fin, ese es tema con muchas aristas que algún día me gustaría tratar con el polémico Carlos. Pero con ustedes, lectores laguneros, deseo reflexionar respecto a la necesidad impostergable de unir esfuerzos, como comunidad que somos, para exigir a las autoridades estatales de Coahuila y Durango se de, “hoy, hoy, hoy”, un trato equitativo a La Laguna, respecto a Saltillo y Durango capital, en el destino de esfuerzos y recursos presupuestales. Los indicadores económicos y los hechos nos hablan de inequidad en las inversiones públicas y privadas. Ese no es un tema de moda, esa no es una noticia coyuntural; es, eso sí, una realidad que se repite sexenio tras sexenio y que explica en mucho la recesión económica en la que hemos caído.
Un grupo de líderes de gran calado, no priistas, no panistas, no antigobiernistas, no anarquistas, sí pro el progreso de la comarca, se están uniendo para diseñar una estrategia a favor de la integración del “Estado de La Laguna”.
Habrá que escucharlos, porque ese no es un sueño de coyuntura, es un viejo sueño que, creo, llegó el momento de hacer realidad.

Periodismo antitético y antiético

Rubén Ignacio
Moreira Valdez 
En una ocasión Carlos Marín mencionó: “Como Director de Milenio, no debo callar una información periodística. Lo que sea periodístico va, sea cual sea la consecuencia. No trabajo de patriota, no trabajo ni en la Defensa, ni en el CISEN, ni en Gobernación. Si alguna información daña la imagen de México, no es mi responsabilidad. Como periodista mi responsabilidad es dar a conocer la información, la que no necesariamente es importante”. Yo me pregunto: ¿si alguna información daña la imagen de Coahuila es responsabilidad de los que laboramos en Milenio Laguna?
En los últimos días el gobernador Rubén Moreira ha insistido en pedirle (¿exigirle?) a los medios que hablemos bien de Coahuila para evitar que todo el trabajo realizado se eche abajo. El mandatario indicó que “no se trata de minimizar los problemas de inseguridad”, los cuales en el último mes han descendido sustanciosamente”.
¿Descendido sustanciosamente? Con todo respeto me permito no estar de acuerdo con tal aseveración sobre la seguridad en La Laguna.
También con todo respeto y sin dejo alguno de ironía reitero, al titular del Poder Ejecutivo Estatal, el compromiso de siempre hablar bien de Coahuila.
A lo que no me comprometo es a hablar bien de lo que hacen o dejan de hacer las autoridades y nuestros representantes en el congreso. A lo que no me comprometo es a no informar, a no analizar las problemáticas que aquejan a Coahuila y sobre todo a las muchas que flagelan a La Laguna.
A lo que no me comprometo es a no ejercer la libertad de expresión que consagra la Constitución. Derecho que comprende libertad de opinión y de transmisión de ideas, sin la injerencia y/o el acotamiento de autoridades públicas y sin consideración de fronteras ideológicas, políticas y de intereses gubernamentales y “partidocráticos”.
En el conjunto de responsabilidades de los periodistas no está el callarse las problemáticas de su comunidad. Eso sería antitético, contradictorio, a una chamba que consiste en descubrir e investigar temas “de interés público”, contrastarlos, jerarquizarlos y publicarlos. Tan antitético y antiético como el que los analistas no analizáramos tal información, porque el gobernador no quiere que le “echen a perder su trabajo” (¿su imagen?).

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