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14 de agosto de 2013

La mujer y sus misterios

Fidencio
Treviño Maldonado
En la presente entrega para el blog Fidencio Treviño Maldonado no habla ni de política, ni de temas culturales o literarios, en ésta ocasión prefirió referirse a la mujer y al misterio insondable que hay en cada una de ellas. Fidencio participa en diversos medios regionales y del estado, entre otros  El Periódico de Saltillo y la revista Siglo Nuevo que cada 14 días se inserta en la edición sabatina de El Siglo de Torreón.

        A Manira; Amiga que arrastró a la tumba sus misterios entrañables.
   
Danae y la lluvia de oro.
Desde tiempos remotos, la mujer es sin duda la protagonista  de todo, incluyendo en la misma religión como emotivo motivo de su división y su formación. En guerras, en reinados, desde luego en tragedias como causa y efecto, sobre la mujer está el eje rector de la vida, ni que hablar sobre música, poesías, musas y melodramas.
Sin embargo es en la mujer como primordial atracción su misterio, un axioma indescifrable  que ronda en la mente de cada una de ellas ya que la naturaleza o Dios dotó al hombre de fuerza, de músculos, de muchas aptitudes y actitudes hasta casi animales, la mujer tiene algo más valioso, algo que saca a relucir cuando hay necesidad y que es su inteligencia, con esto no quiero dejar fuera a los hombres que ostentan este rasgo, sólo que la mujer lo usa para fines netamente sentimentales de sobrevivencia y supervivencia y desde luego siempre son los misteriosos, sin revelar.
La Mona Lisa.
La mirada y tal vez la sonrisa más enigmática grabada en el mundo es la de una mujer y está plasmada en “La Mona Lisa” o Gioconda y de la que aun a la fecha no hay pintura, retrato o figura que la supere, o que tan siquiera la iguale, su mirada es un misterio y que decir la expresión de su rostro y sonrisa, paradójicamente fue un hombre quien la pinto.
Toda mujer guarda un misterio que de manera fugada transcurre como si fuese un pasillo de incierta lejanía, como lluvia o gotas peregrinas, donde la vista del hombre se pierde sin encontrar un final.
En el arte de la guerra y de la política está basado un precepto, antiguo y vigente a la vez, sin embargo no me cabe  la menor duda que en los misterios que toda mujer guarda está basado también el Arte del engaño, no el engaño fanático con dolo, sino el misticismo y hechizo, siempre escéptico, es decir dudoso y vacilante, casi pragmático, incluyendo el sensual que es propio de la mujer.
Elena de Troya
Es el misterio circunspecto  que entre quimeras y medusas se bifurcan en los misterios de la mujer  y mientras en algunos hombres hay  misoginia, los atavismos y hasta falacias, los misterios de la mujer más se acrecientan y para otros hombres puede haber un grado de paroxismo, el misterio y hasta la frivolidad también rondan en esa pasión extrema que causa una mujer.
Afrodita cegando a Eros.
Guardar secretos es parte del misterio, al igual que las pasiones que tienen causa y no principios. Mientras el hombre piensa, la mujer medita, en otras es melancolía convertida en recuerdos, la mujer puede ser sometida, pero casi nunca dominada, ella si no tiene certezas,  siempre tendrá sospechas y existe una primicia única en casos de traición o infidelidad hacia la mujer, siempre perdona, pero nunca olvida.
Palas Atenea
Mientras en algunos hombres están las fantasías y sus pensamientos de grandeza, en la mujer está el elemento organizador dirigido al sentimiento familiar, ensaya fórmulas, experta por naturaleza en expresar el asombro, el dolor, la decepción, la alegría con cascadas de risas sinceras y cristalinas o llamaradas de llantos sobrios y penetrantes, esa agudeza que tienen las mujeres en sus ojos, en su boca, en rostros impenetrables algunos y otros melancólicos, sugestivos, hasta sensuales pero sin quitarle el misterio que aguarda a flor de piel.
Mientras el hombre quiere ser el primero con una mujer, la mujer prefiere el último en su vida, el hombre, aquel que se enamora de una mujer para  destruir su pasado, ese hombre puede perseguir esa idea  a lo largo de toda su vida  y si lo consigue, seguirá persiguiéndola  el resto de su vida, porque jamás lograra borrar su poder, sus mitos, y tampoco podrá  nunca descifrar sus misterios.
Los misterios de algunas mujeres son una masa de materiales traslucidos, alegres tal vez, agrestes o desolados quizá, pero siempre con el enigma intraficable, es decir cada mujer lo guarda y aunque se conozcan sus secretos, se velen sus intimidades, se sepan sus memorias, nunca de los jamases se sabrá su misterio.
Comentarios y sugerencias; kinotre@hotmail.com

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