Buscar este blog

24 de septiembre de 2013

Lluvias; agitadores afuera; la violencia en casa

Desastres naturales y acciones humanas están golpeando severamente a México y ocasionando pérdidas económicas, no solo las tormentas Ingrid Manuel, sino también los bloqueos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, dice Enrique Irazoqui en su columna No hagas cosas buenas que se publica en El Siglo de Torreón.

La realidad es que el país está ahora escandalizado y preocupado, y en plena emergencia por las torrenciales lluvias que han azotado los dos litorales mexicanos: por el golfo de México, la tormenta Ingrid tocó tierra por la costa de Tamaulipas y Veracruz trayendo consigo torrenciales lluvias. Por el Pacífico, Manuel, el fenómeno meteorológico nombrado de esa manera, castigó a Guerrero y Oaxaca en primera instancia, causando un verdadero cataclismo en Acapulco y en decenas de comunidades de los dos estados antes nombrados, agregando también a Colima. Manuel después de golpear esa parte del territorio nacional, salió nuevamente al mar para recobrar fuerza hasta convertirse de tormenta a huracán categoría uno, que luego de una de un trayectoria errática, nuevamente se internó en territorio nacional, cerca de Los Mochis, Sinaloa, y en estos mismos instantes descarga iguales lluvias torrenciales.
La información e imágenes son realmente sorprendentes de los daños y las inmensas inundaciones que ha causado la madre naturaleza. Gran parte de Acapulco está bajo el agua y lo peor, los deslaves y desgajamientos de los cerros han obstruido vías de comunicación que han dejado aislado al bello puerto acapulqueño y a cientos de comunidades pequeñas también. El aislamiento trae consigo la carencia a la accesibilidad de víveres, por lo que con el transcurrir de las horas y los días se podría desatar una verdadera hambruna que miles y miles de mexicanos podrían padecerla. Eso es de alarma.
Antes de ello, la agenda informativa la ocupaban los trabajadores de la educación pública (no se les puede dar el apelativo de maestros, porque aquellos que sistemáticamente dejan sin clases a decenas de miles de niños por la lucha de espacios políticos, no pueden ser considerados como tales) de Oaxaca y Michoacán, agremiados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, se trasladaron a la ciudad de México para intentar frenar la reforma educativa que urgentemente reclama la juventud mexicana.
Los miembros de la Coordinadora, acostumbrados al activismo político, fueron con el paso de los días radicalizándose en sus manifestaciones. Sabedores que el Distrito Federal está gobernado localmente por un gobierno perredista, pudieron en aras de su movimiento estrangular la circulación de rúas importantes de la capital, afectando a miles y miles de terceros que tienen que soportar la pasividad del gobierno de Miguel Mancera, que en su cálculo político apuesta por no controlar a unos cuantos agitadores así el costo de ello lo tengan que padecer los residentes de la capital del país que nada tienen que ver con el asunto.
La CNTE, al encontrar un gobierno de la ciudad y las propias autoridades federales con mano frágil, en un par de ocasiones bloqueó incluso el acceso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con el fin de causar más daños a terceros, a ver si de esa manera se salían con la suya de chantajear al Estado Mexicano.
Llegaron las fiestas patrias y el Zócalo era propiedad de la CNTE. El tradicional Grito de Independencia que encabeza el presidente de la república el 15 de septiembre con la verbena popular que ocurre justo después del ritual, y al día siguiente, el Desfile militar, redujeron el margen de maniobra. Finalmente el presidente Peña Nieto tuvo que tomar una decisión y vía la fuerza legítima del Estado, desalojó a los de la CNTE en un operativo de la Policía Federal y así las fiestas patrias de todos los mexicanos se pudieron celebrar. La efervescencia política de todo este asunto quedó en segundo término por la verdadera tragedia de las inundaciones.
Así entonces, en La Laguna como en el resto del país los ojos estaban puestos en estos dos eventos de gran calado. El tema educativo es de verdadera trascendencia en largo plazo. El paupérrimo nivel de la educación de los mexicanos es responsable en gran medida del retraso, la injusticia, falta de oportunidades que sufrimos el pueblo de México, por ello es importante el trance nacional que se vive para la aprobación de la reforma debida; en tanto, el asunto de las tormentas ha alcanzado tintes de tragedia nacional y hay que afrontarla con todo para levantarse del azote.
Pero mientras todo esto sucedía, en La Laguna hay hechos ineludibles que dejan claro que el flagelo de la atroz violencia ha vuelto por sus fueros. Ayer fue incendiado el quinto autobús de la línea roja que transita por las tres ciudades más pobladas de La Laguna: Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. El modus operandi es un asalto al chofer de la unidad en turno. Sujetos rocían de combustible el camión y le prenden fuego. En algunos casos, sin importar lesionar con fuego al conductor a cargo.
Los primeros tres hechos de éstos sucedieron del lado de Durango, donde las autoridades saben que cuentan con un pueblo agachón, así que el gobierno de Jorge Herrera sabe que con poco puede diluir los hechos, por más graves que éstos sean. Pero esta semana, los incendios ocurren en Torreón, es decir en Coahuila, y es el turno del gobernador Rubén Moreira de afrontar la situación, de suyo lamentable.
Estos actos terroristas no son más que la muestra evidente de que el manto ominoso de la delincuencia de altos vuelos no se ha ido de la región y tendremos los de a pie que seguir viviendo con ello y suplicando no ser atacados en cualquier momento por este flagelo. Lo peor, es que Durango sabe que en Gómez Palacio y Lerdo no importa lo que pase, su gobierno y las canonjías propias del mismo no sufrirán un ápice. Y por Coahuila, tal vez Rubén Moreira pueda agregar a su discurso que "Torreón está a toda madre", que aquí también se queman a toda madre camiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.