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9 de octubre de 2013

El cisma moral del clero católico

Fernando Ramírez López.
La ruptura de la unidad cristiana en el Siglo XVI con Lutero y Calvino, tuvo como principal consecuencia la emancipación del hombre de un sistema religioso exclusivo y obligatorio. A la vez que el individualismo se dirige contra todo organismo eclesiástico, la razón se instaura como juez único de las acciones del hombre.

Por * Fernando Ramírez López

Para la fe guadalupana, síntesis y significado de éste país

“Sometes a tu hijo Dios a la ley. Actúas sencillamente, imprimiendo en la vida de tu Jesús ese estilo marianamente humilde, sumiso. De alguna manera, intencionalmente, derramas tu sangre por nuestra redención en Jesús. Dios lo previó y lo aceptó.”
Carlos Magaz Sangro. La Virgen sigue callada.

Francisco.
Frente a los interrogantes que nos plantea el mundo actual en referencia a las conductas réprobas de monjas y sacerdotes en el orbe, más el cuestionado manejo del Banco del Vaticano; el clero católico pasa por un fuerte cisma moral, es cuestionado por sus excesos sexuales y económicos ante la mirada expectante de una feligresía que ve como su fé pasa por una situación difícil, compleja e indudablemente cuestionada.
La ruptura de la unidad cristiana en el Siglo XVI con Lutero y Calvino, tuvo como principal consecuencia la emancipación del hombre de un sistema religioso exclusivo y obligatorio. A la vez que el individualismo se dirige contra todo organismo eclesiástico, la razón se instaura como juez único de las acciones del hombre.
Benedicto XVI.
El hombre sujeto racional, ve ahora con nuevos ojos los problemas de lo sagrado. Libre pero solo, está más atento a sus deseos, a sus necesidades.
La idea que tiene de lo divino se halla sometida a las variaciones mismas del espíritu humano. Simultáneamente, la ampliación de las zonas de estudio de los fenómenos religiosos demuestra la liberación de una curiosidad hasta ahora reprimida con demasiada frecuencia por supuestos y rivalidades teológicas.
La humanidad ha iniciado una dialéctica que resulta singularmente fecunda. Todo lo cuestiona, todo lo enjuicia, desde un sitial que ve más allá de lo que la tradición por siglos nos mostró.
De ahí la crisis axiológica y en consecuencia de los aparatos religiosos y sus componentes que durante siglos fueron poseedores de una fé socialmente incuestionable. Por una parte, nos encontramos ante las raíces de un mundo moderno y por otra su vinculación con el sentimiento religioso y su conocimiento natural de Dios y su revelación divina.
El problema planteado es de importancia, si las formas de representación de lo sagrado no son más que los testimonios históricos de la debilidad y la ignorancia humanas, como máscaras puestas ante una razón cuyo ejercicio ideal puede llevar al hombre al conocimiento de Dios.
Ernesto Cardenal.
¿Se puede manifestar que existe un sentimiento religioso arraigado en lo más profundo de la naturaleza humana?. Sin embargo Lessing mostró en 1780, que a pesar de que las religiones históricas están sometidas a la contingencia, no hay que juzgarlas como valores secundarios o despreciables, ya que son en realidad la imagen humana de las verdades eternas.
Pero la evolución histórica impone sin cesar al hombre un replanteamiento y la sensibilidad de los hombres de una cultura dada. La evolución de las formas religiosas no son más que un reflejo de la evolución cultural de la humanidad.
La religión es pues, una institución que tiende a reforzar la cohesión social, pero también una ilusión colectiva destinada a dominar el sentimiento de impotencia que todo hombre experimenta ante las diversas fuerzas hostiles a las que tiende a convertir en dioses. Freud identifica esta creación de dioses por el hombre como la imagen psíquica que cada hijo tiene de sus padres.
¿Quo vadis Francisco?. Esta es la pregunta que se efectúa colectivamente al recién electo Papa de la Iglesia Católica en el mundo y de origen argentino, quien empieza a dar muestras de un retorno a las costumbres de humildad del cristianismo primitivo. Sobre todo en un momento, en que las denominadas sectas protestantes han tenido un avance numérico muy notable en América Latina, África y Asia.
Calvino.
Por si fuera poco la Iglesia Católica Norteamericana ha tenido que indemnizar con cifras millonarias en dólares a las víctimas por pederastia de numerosos sacerdotes, que se han apartado no solamente de la castidad y celibato eclesiásticamente exigido y aceptado, sino que han incurrido en actos pecaminosos de homosexualidad y pedofilia.
Es decir, el Vaticano tiene que aproximarse al nuevo modelo social, el cual ya incursiona en la legalización de hechos como el aborto, los anticonceptivos, el matrimonio entre seres del mismo sexo y la legalización de las drogas.
El monopolio Vaticano versus un clero católico sumido en un cisma conductual, debe llevar al sucesor de Pedro a actualizar las conductas de la religión, a riesgo de caer en la obsolecencia, el anacronismo y el desplazamiento por otros movimientos religiosos, ya no indaguemos que sucede con los manejos poco claros de grandes fortunas del clero católico en el mundo; en un momento donde las crisis espirituales y financieras empiezan a ser recurrentes, como la que hoy vive el gobierno norteamericano ante la negativa de autorizar el incremento de los recursos presupuestales por el Senado.
Sergio Méndez Arceo.
¿Qué queda pues, en esta vasta confrontación de los fenómenos religiosos, sus dirigentes y las sociedades actuales?.
La primera mitad del Siglo XX estuvo marcada por el progreso de la fenomenología religiosa y la renovación de las teologías, bajo el impulso de los estudios hermenéuticos. En los inicios del Siglo XXI, el estructuralismo y el sicoanálisis vinculados a las ciencias del lenguaje, proponen una reducción sistemática de las realidades religiosas a fenómenos de la cultura.
Si el fenómeno religioso puede definirse como la expresión de una plenitud humana, tanto en el plano individual como en el de los grupos humanos toda antropología debe tener en cuenta la actividad religiosa del hombre. Porque unas religión siempre es al menos en parte, una forma de control del hombre sobre su universo cotidiano, pero también un modo de definirse en el mundo y frente a sus semejantes.
Martín Lutero
Es preciso destacar a este propósito la importancia de J. Wach, que ha intentado construir una ciencia de las religiones cuyos dominios principales son la hermenéutica, la experiencia religiosa en sus diversas manifestaciones y la sociología de la religión.
No dejemos al margen la teología de la liberación que se presenta sobre todo en América Latina, con personajes que en su momento se destacaron, como es el caso de Sergio Méndez Arceo, Ernesto Cardenal, Samuel Ruiz y el motor socio-religioso del EZLN en Chiapas, que se traduce como una respuesta al viejo mundo y ofrece una visión de la historia y de la salvación humana que adopta numerosos aspectos de análisis marxista de la sociedad.
Samuel Ruiz.
Ante estos planteamientos de avanzada,  nos encontramos con la presencia retardataria y sicosomáticamente inviable de Marcial Maciel, que hizo del lucro, del lujo y de la sodomía todo un imperio de vergonzoso comportamiento del clero ante su comunidad. Situación que por ninguna circunstancia debe volver a permitirse sobre todo cuando se encuentra en la antesala de la santificación Juan Pablo II que fue un Papa que siempre lo defendió a ultranza.
A final de cuentas expresa en su libro Apocalipsis, D. H. Lawrence: “Somos uno con el cosmos, ese gran cuerpo viviente del que aún somos parte. El sol es el gran corazón cuyos latidos se perciben incluso en nuestras venas más pequeñas. La luna es el gran centro nervioso brillante que nos hace estremecer”.
Vivimos pues en la segunda década del Siglo XXI, las disonancias y las coincidencias son parte ya de nuestro diario existir; volvamos al tantas veces llamado Poder superior con una visión más humana, capaz de sentir el dolor y la necesidad de nuestros hermanos en el país que hoy nos hospeda y cuyo gobierno ha entrado en una crisis profunda. Cuidado.
* Escritor
Celular: 871 163 3813
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