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28 de octubre de 2013

Lente ciudadano al ayuntamiento

Jorge Alonso Guerra Macías.
Además de no responder a las expectativas que generó la administración municipal encabezada por Eduardo Olmos Castro se caracterizó por su escasa transparencia por lo que esa experiencia adquirida nos debe servir para exigir al próximo alcalde un control estricto del erario y de las obras que se vayan a realizar dice en su columna Todoterreno que se publica en Milenio Diario Laguna el abogado Jorge Alonso Guerra Macías.

Tomando como experiencia la administración municipal que está por terminar en Torreón, la cual careció de transparencia, se debe tener un control estricto, tanto del erario como de las obras que se vayan a proyectar de la administración que está por entrar, con la finalidad de tener la certeza de una auténtica transparencia.
OMISO. Eduardo Olmos Castro.
Pues al ser aprobados los nuevos proyectos y los gastos, únicamente por el cabildo (regidores), el cuál en su mayoría está conformado por personas del mismo partido del alcalde, se desvirtúa la veracidad de lo acordado y aprobado, es decir, tanto el alcalde como gran número de los regidores son juez y parte y por lo tanto, por mayoría se aprueban sus propuestas, por ocurrentes que sean.
La forma de obtener transparencia en relación al erario y los nuevos proyectos de la próxima administración municipal, es conformar un grupo de personas de preferencia, presidente de alguna organización no gubernamental (Ong), representantes de cámaras, de universidades rectores, líderes de opinión, inclusive el clero. Dichas personas estarían debidamente constituídas en una asociación civil, donde su finalidad es exigirle al gobierno municipal, transparencia en todos y cada uno de los proyectos que sean verdaderamente necesarios y de beneficio a la comunidad.
Desafortunadamente la actual administración municipal se tomó la atribución primero, de destruir el edificio donde estaba la presidencia municipal, mismo que se pudo haber aprovechado perfectamente como biblioteca pública, segundo, adquirir terrenos sumamente costosos para construir el nuevo edificio, que se encuentra inconcluso; Lo que propició el abandono de necesidades imperiosas, como reponer la red de agua y drenaje de la ciudad, omitió el debido mantenimiento al alumbrado público, favoreciendo la inseguridad en las calles. Por lo tanto, el haber carecido de un lente ciudadano regulador, la actual administración se sirvió con la cuchara grande sabiendo que nadie los vigilaba.
Se tiene el antecedente del fideicomiso de seguridad pública, (en La Laguna de Coahuila) el cual está conformado por presidentes de las diferentes cámaras, cuya finalidad es vigilar y administrar que los recursos destinados a seguridad pública no se desvíen a otros rubros, además de licitar para obtener el mejor precio y producto del bien que se solicita, dicho fideicomiso durante años cumplió su objetivo en beneficio de la comunidad. Desgraciadamente, las actuales autoridades le restaron importancia, propiciando que el parque vehicular se colapsara, incluyendo infinidad de proyectos.
Es por esto que debemos como sociedad civil, organizarnos y convertirnos en lente ciudadano de las nuevas autoridades para que las mismas no se sirvan con la cuchara grande y despilfarren el erario en otorgar obras innecesarias a compadres y amigos.

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