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19 de agosto de 2013

¿Qué hacer con las drogas?

En Nuestro Concepto que todos los lunes publica en su Sección Editorial el periódico comarcano El Siglo de Torreón el editorialista señala que como consecuencia de la violencia que vive el país, derivada de la lucha de los cárteles del narcotráfico por el control del territorio, ha dado impulso al debate sobre la legalización de la droga y se pregunta cuál de los dos criterios predominará: el de los defensores de la prohibición; ó el de los partidarios de la legalización.

Enlace: http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/903950.que-hacer-con-las-drogas.html

La violencia que vive el país, derivada de la lucha de los cárteles del narcotráfico por el control del territorio, ha dado impulso al debate sobre la legalización de las drogas. Dentro de él se han fijado dos posturas extremas que parten de supuestos distintos. Por una parte, están los defensores de la prohibición y, por la otra, los partidarios de la legalización.
Los prohibicionistas aseguran que, lejos de resolver el problema de la violencia causada por los grupos criminales, legalizar las drogas lo agravaría, ya que la mayor accesibilidad a las sustancias hoy prohibidas ocasionaría un aumento en el consumo, sobre todo entre los más jóvenes. Este incremento en el consumo propiciaría una mayor descomposición social que, a la larga, se traduciría en más delincuencia.
En contraparte, los liberales opinan que con la legalización de las drogas se eliminaría el principal atractivo del negocio para las mafias, las cuales, tenderían a desaparecer por la fuerza del factor económico. Quienes se encargarían de vender los enervantes ahora serían empresas debidamente establecidas, no los criminales.
Cada argumentación tiene su soporte, pero también sus debilidades. Pero más allá de éstas, hasta ahora no se han fijado las bases para establecer un serio debate sobre el tema. Hay puntos que ninguno de los dos argumentos ha contemplado. Por ejemplo, la vulnerabilidad de las instituciones mexicanas, las cuales poco han podido hacer para frenar el crimen, la informalidad y abatir la pobreza, tres problemas ligados a la inseguridad. ¿Podría el Estado mexicano establecer reglas claras de producción, distribución y venta, y vigilar que se cumplan?
Ahora bien, si para los criminales dejara de ser atractivo el negocio de la droga eso no significa que dejarán de delinquir de la noche a la mañana, lo más probable es que se dedicarían a otras actividades ilícitas. ¿Cómo se les combatiría?
Para que en realidad tuviera algún efecto la legalización de las drogas tendría que darse en ambos lados de la frontera. No podemos olvidar que Estados Unidos es el principal mercado del mundo para el narcotráfico, por lo que de no darse la apertura allá, las estructuras de las mafias seguirían funcionando como hasta ahora.
Pero hay otro aspecto que juega un papel muy importante en esta discusión y es lo que tiene que ver con la libertad individual. ¿Hasta qué punto un Estado le puede dictar a sus ciudadanos reglas de consumo personal? ¿No es el ser humano en plenitud de facultades una persona libre para decidir qué es bueno y qué es malo para él de acuerdo a la información con la que pueda contar y sin afectar a terceros?
Un verdadero debate sobre la legalización de las drogas deberá incluir todos estos aspectos, si en realidad lo que se busca es generar una política pública de gran alcance y beneficio para la sociedad en su conjunto.
Su opinión nos interesa.

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