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17 de noviembre de 2013

Preferentemente

Jorge Alonso Guerra Macías.
No obstante la cantidad de barras y asociaciones de abogados que existen en la comarca lagunera, no hay nadie que señale el error de que se incluya la palabra “preferentemente” en la disposición para que sean Licenciados en Derecho quienes ocupen determinados cargos municipales. La columna es Todoterreno que semanalmente firma en Milenio Diario Laguna el abogado Jorge Alonso Guerra Macías, y que puede ver directamente en el enlace que aparece enseguida.

http://www.milenio.com/firmas/jorge_alonso_guerra/Preferentemente_18_190960911.html

En la Comarca lagunera contamos con infinidad, tanto de colegios, como barras de abogados. Que sí fiscalistas, penalistas, laboralistas, civilistas. Por gremios no paramos, pero desafortunadamente ni todos los colegios y barras de abogados han podido con una sola palabra. Preferentemente. Dicha término es lo que ha excluido a los licenciados en derecho de puestos públicos, destinados a la  profesión de los estudiosos de las leyes.
El código municipal en Coahuila, anteriormente estipulaba, que para  ser designada una persona al puesto de secretario de ayuntamiento o en una dirección con perfil de licenciado en derecho, por obvias razones debería  de cumplir dicho requisito, es decir, ser abogado o licenciado en derecho.
El vocablo preferentemente fue aceptado en la ley, -código municipal- para darle oportunidad al alcalde en turno, de designar en algún puesto relevante a un amigo o compromiso, sin  tener el perfil para desempeñar el puesto, y como consecuencia obviamente tenemos “funcionarios públicos” que ni idea tienen de la responsabilidad que están desempeñando. Como es posible que el gremio de abogados y licenciados en derecho, no se haya pronunciado en contra de dicho vocablo, que le está restando oportunidades de trabajo a sus asociados, pero lo que es peor aún, el daño que se ocasiona al municipio cuando es designado, por ejemplo, a un químico como contralor municipal, como es el caso de la administración actual, donde en dicho puesto debería fungir o un licenciado en derecho, o un contador, pero un químico que ni idea tiene de los procedimientos jurídicos y administrativos que se deben realizar, es el colmo, a menos que  dicho químico lo hayan designado para hacer alquimia y desvanecer todos los malos manejos,  tanto de la anterior administración, como de la actual.
Esperemos que el alcalde electo Miguel Riquelme Solís, designe en su equipo de trabajo a personas con el perfil profesional del puesto a desempeñar, aunado a un examen de confianza y antecedentes de buena conducta, haciendo caso omiso a la palabra preferentemente, toda vez que dicho vocablo, ha provocado más perjuicios que beneficios, salvo raras excepciones, y si no es así, que los colegios y barras de abogados hagan valer sus presencia gremial, para exhortar al alcalde a desistir de dicha práctica nociva para la sociedad.    
OTROSÍ DIGO. Uno de los que se escucha insistentemente en radio pasillo,  tanto de las oficinas municipales en Torreón, como restaurants y cafés, para ocupar la Presidencia del Tribunal de Justicia  Municipal, es Benjamín Noyola Del Río. Doctor en Derecho. Se comenta que lo une una fuerte amistad  de antaño con el futuro alcalde.

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